viernes, octubre 29

Nunca fui valiente...

Princesa,

nunca fui valiente. En mi vida siempre dejé que fuera el tiempo quién tomara por mi las decisiones importantes. Esas decisiones trascendentales, siempre las tomé frente a un espejo, nunca delante del mundo.

Pude cumplir algún que otro sueño, pero ese sueño siempre acababa aniquilado por la cobardía y engullido en el espejo. Y ahora que busco en los bolsillos de la vida, solo encuentro túneles en el tiempo que me trasladan una y otra vez a cada uno de los angustiosos momentos en que fui derrotado por la falta de valentía. Así se me fue oxidando el corazón, ese que tantas veces se aceleraba pidiéndome que diera un paso adelante, y al que yo siempre respondí, agachando la cabeza y con medio paso hacia atrás.

Todos aquellos barcos se fueron, y en ninguno embarqué... Los vi alejarse... Los vi, empequeñecerse con la distancia hasta fundirse con el horizonte.

Esta noche, imagino que todos esos barcos vararon en islas olvidadas, donde quedaron naufragados para siempre, uno por uno, todos mis sueños...

No sé, Princesa, si ya es demasiado tarde para impedir que el barco portador de nuestro sueño, pierda el rumbo y acabe también encallado en esas islas que tanto me han arrebatado...



Buenas noches, Princesa

Te besa

Tu Mosquetero

No hay comentarios:

Publicar un comentario