martes, octubre 19

El lugar donde habitas...

Princesa,

cada noche trato, de dibujar el vuelo que me lleve a ese lugar donde habitas. Ese lugar, que limita al norte con las estrellas, al este con el sueño, al oeste con la utopía y al sur con el mar.

Lugar donde solo llueve cuando es necesario y las sombras son de colores. Donde las puertas siempre están abiertas y los volcanes duermen eternamente. Allí donde los ríos llevan el agua desde el mar a las montañas, y existen extensos bosques donde nunca nadie se pierde. Margaritas y amapolas; manzanos y almendros;  alcornoques, encinas y pinos; y campos de cereales y hortalizas. Un lugar donde el frío y el calor se dan la mano, donde los huracanes solo soplan pétalos de rosas, y no hay dos caminos que confluyan.

Ese lugar donde no existen las leyes, ni gobiernos, ni prohibiciones, ni intermediarios de dioses que comercian con frutas prohibidas... donde el tiempo fue desterrado, se abolieron las penas y solo se llora de alegría.

Allí quiero volar todas la noches, a encontrarte, a ese lugar donde el único dios venerado es el amor, y el único altar que existe es el horizonte...


Buenas noches, Princesa...

1 comentario:

  1. cuando encuentres el camino, mandame un mapa, una direccion, dicime como llegar, quiero vivir alli y escuchar la musica o el silencio del mar, sentir el calidez en el frio de la noche y una brisa fresca en el calor de la mañana, y que haya un huracan soplando petalos de rosas cuando haga el amor y llorar como solo alli se llora jugando con las sombras de colores y los arcoiris confluyen aunque los caminos no se encuentren.

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