martes, octubre 5

La última luz...

Princesa,

la última luz que alumbraba mi alma,
la fundió esta tristeza que me solivianta...
Esta noche, no podría revivirme
ni el abrumador recuerdo de tu sonrisa,
que tantas veces acudió a mi rescate...
La oscuridad entumeció mi alma,
y mientras mis manos se helaban,
y mis labios se escondían,
nacieron a la par dos lágrimas,
que buscándote, firmaron estos versos,
difuminando la tinta que los trazaba...

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