miércoles, octubre 6

Impregnados...

Esta noche Princesa,
quiero un humilde
lecho de monte,
para poder acostar
esta pasión incontrolada,
estas ganas de tu cuerpo
sobre el mío,
este deseo de transitar
tu piel con caricias,
de besar en sigilo
tu cuello y tu espalda,
de entrelazar las manos,
de sentir tus senos
rozando mi pecho,
y estremecerme
en tu vientre...
Y cuando la pasión
se desvanezca,
y antes que el alba
nos sorprenda,
dormiremos en un abrazo,
cubiertos por las estrellas
y arropados
por el mismo sueño...
Y al despertar,
rebosantes de vida,
nos haremos paisaje,
impregnados cada uno
con el olor del otro...

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