sábado, septiembre 18

Mi primer sueño...

Princesa,

Cuando yo era niño, rara era la noche que despertaba de día. Tenía la extraña sensación de que los mayores perdían mucho tiempo durmiendo. Unas noches despertaba a mitad de la noche y otras justo antes del alba. Solía pasar esas horas, justo antes de que el mundo despertara, asomado a mi ventana, contemplando las estrellas y los amaneceres. En la escuela, nadie me habló de astronomía, más allá de estudiarme de carrerilla el nombre de los planetas del sistema solar, así que para mi, las estrellas eran mis compañeras y sus nombres eran los que yo les ponía. Brillantita, Lejana, Blanquita, Alejadita... trataba de bautizarlas y sobre todo hablaba con ellas. Ellas sabían de mi primer sueño... ese de poder volar una noche y poderme sentar en una de ellas, para contemplar el mundo desde lo alto. Noche tras noche, asomado a mi ventana dejaba volar mi infantil imaginación, convirtiendo a cada una de las estrellas en mis compañeras de sueño.
Anhelé siempre poder tener un telescopio, para poder verle los ojos y la sonrisa a mis estrellas, pero en aquellos tiempos, eran artefactos no al alcance de cualquiera, y yo tristemente ni podía pretender uno, y para más desgracia no supe de nadie que tuviera.
Los Reyes Magos, a los que alguna noche sorprendía saltando de estrella en estrella, quisieron ser agradecidos conmigo, tratando de buscarme un sustituto a mi añorado telescopio, y un seis de enero, desperté encontrando junto al Nacimiento, una cometa y una linterna.
Yo lo primero que pensé es poder volar la cometa de noche, y me dije, ¡Caray! ¡Qué listos estos Reyes!... por eso me dejaron la linterna.
Pero antes de poder volar la cometa en la noche, tenía que aprender a manejarla. Mi padre, trabajaba de sol a sol de lunes a sábado y los domingos solía despertar tarde... era su día de descanso merecido, y a mi me daba mucha vergüenza pedirle, que madrugara el domingo para enseñarme a volar la cometa... pero cuando se lo pedí, enseguida vi en sus ojos el niño que llevaba dentro y me dijo que el domingo saldríamos al campo a estrenar la cometa. Y así fue esa mañana helada de domingo, salimos a un monte cercano, me enseñó a manejar aquellos hilos para que no se anudasen y para que la cometa buscara las suaves brisas de viento para elevarse y describir mágicas trayectorias surcando el cielo.
Aquella noche, pese a lo cansado que me encontraba, no es que despertara de madrugada, sencillamente no pude dormir. Imaginé poder cumplir mi sueño de volar junto a mis estrellas ayudado de mi recién estrenada cometa.
Sabía que mi primer viaje estelar iba a ser largo, y por eso durante los días siguiente fui guardando la mitad de mis porciones de chocolate que cada tarde mi madre me daba para merendar. Cuando reuní las que pensé necesarias, decidí emprender mi viaje.
Aquella noche fría de febrero, salí con mi cometa, mi linterna, mis chocolates, y con la sonrisa de quien va a cumplir un sueño.
Subí a un pequeño monte desde donde se divisaba mi pueblo, silenciosamente dormido... solo el viento perturbaba ese silencio que olía a tomillo y a piedra. Até los hilos de la cometa, cada uno a una de mis muñecas, fuertemente, con los nudos que mi padre me había enseñado a hacer y corrí unos metros para coger velocidad y saltar lo más alto que pude... durante unos segundos, pude experimentar lo que siente un pájaro volando, hasta que las cuerdas se rompieron... la cometa siguió su viaje, y yo di con mis huesos sobre el duro monte. Magullado y llorando regresé a casa, me acosté y traté de dormir.
A partir de esa noche, traté de localizar mi cometa junto a alguna estrella, porque sabía que si ella lograba llegar hasta ellas... al menos habría cumplido parte de mi sueño.
Años más tarde mi padre me confesó, que la mañana después del accidente, un vecino había encontrado mi cometa rota, mi padre no me dijo nada y la hizo desaparecer, el sabía de mi sueño... quizás el tuvo el mismo sueño cuando fue niño...

Buenas noches, Princesa

Te besa

Tu mosquetero

1 comentario:

  1. Simplemente hermoso. Well kept secret este blog. Keep on the good work

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