"Hoc erat in votis"
Esto estaba en mis deseos
Princesa,persigo fantasmas en la noche, y navego sobre oleajes de plumas y de húmedos terciopelos, mientas abordo débiles sueños, insuficientes para ser evocados en repetidos mañanas.
Y en la escondida cara de una de mis lunas de nácar, vi agitarse esta noche cosida a otro cuerpo de mujer, la sombra de tu sombra. En una danza prohibida que se adueño de mi cuerpo, vi acercarse pasiones y lujurias... vi arrimarse coloridos anhelos de sudores adictivos.
Y Líquido... en un instante, todo se hizo líquido. Sumergidos los poros de la piel en húmedas caricias, nos fuimos devorando a besos desesperados, mientras disponíamos nuestros cuerpos con avidez, al epílogo de un vientre enhebrado de deseo...
Y así, así gemimos acompasados quebrando la luz del cielo, y así... así nació susurrada la tonada del amor hecha vida...
Buenas noches, Princesa
Te besa,
Tu mosquetero
Todos van, todos saben...
ResponderEliminarSolo yo no sé nada.
Solo yo me he quedado
abstraída y lejana,
soñando realidades,
recogiendo distancias.
Cada pájaro sabe
qué sombra da su rama,
cada huella conoce
el pie que la señala.
No hay senderos sin pasos
ni jazmines sin tapia...
¡Solo yo me he quedado
en la brisa enredada!
Solo yo me he perdido
en un vuelo sin alas
por poblar soledades
que en el cielo lloraban.
Solo yo no alcancé
lo que todos alcanzan
por mecer un lucero
a quien nadie besaba.
E. de Ch.