tag:blogger.com,1999:blog-92195024834994650422024-02-08T18:30:45.701+01:00Cartas encontradas en una maleta...o las cartas de amor que Mosquetero escribió a Princesa, y que nunca supo si ella llegó a leer...Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.comBlogger75125tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-42186187601541622762011-02-23T16:51:00.000+01:002011-02-23T16:51:23.997+01:00Paseo nocturno...Princesa,<br />
<br />
en mi paseo nocturno, la niebla me presentó tres maullidos de gato en celo, y un tiritar de un perro que buscaba el efímero calor junto a la rueda de un camión aparcado en la acera de mi calle. Pareja de baile de la niebla, era el frío, y entre la danza, se inmiscuía mi silueta sin sombra, ávida de pisadas.<br />
<br />
La bruma pesada, era capaz de reflejarme con molestia, cada uno de los alumbrares amarillos sodio de las farolas de la ciudad descansada de bullicio y tráfico. Las calles hechas infinito, de un final invisible ahogado en una humedad de hondo calado. Un vaho tibio abandonaba mi boca en cada expiración, mientras mis manos a resguardo en los bolsillos de mi abrigo, huían pavoridas de asomar al bajo cero ambiental.<br />
<br />
Siempre busco tus ojos y tus labios, en cada portal, en cada balcón, en cada esquina... y aveces los confundo, por instantes, pintados en otro cuerpo que no es el tuyo, y es entonces cuando cierro mi ojos, y soy capaz de volver a besarte, en un beso enjuagado en el deseo de tu presencia... Se hace silencio mi vida, mi espacio se vacía y mi aire se licúa... uno, dos, diez segundos, una hora... una noche...<br />
<br />
En ese escenario repetido, hasta una muerte cómplice, podría venir a encararme, vestirme de sombras y bajarme el telón de la existencia. Allí me hallaría, entregado, desarmado de vida y sostenido en la eternidad del sueño de tu beso...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa, tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-25459944775358283682011-01-11T12:55:00.002+01:002011-01-11T13:20:21.414+01:00Hoy el amor se llama distancia...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><i>Hora est iam de somno surgere.</i></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><i>Vulgata. Romanos 13, 11. </i></span></div><br />
Princesa,<br />
<br />
hoy el amor se llama distancia, y hoy la distancia, se llama soledad. La noche se sigue llamando noche, mientras el verbo se conjuga despacio y el adjetivo se condena a esculpir emociones entre el gris y el rojo.<br />
<br />
La distancia entre los días que pasan y tu cuerpo, es hoy la causante de mi insomnio, que tras cada esquina de recuerdos, trata de encontrarse con tu sonrisa y tu sorpresa.<br />
<br />
Sabes, esta noche, tengo una luna en mi ventana partida en dos, para recordarme a tus ojos, que brillan lejos, en esos paisajes que para mi, solo son retales de un atlas deshojado y descolorido. Mis ojos nunca viajaron lejos ni cerca, pero a ojos cerrados, mi alma te persiguió por esas viejas páginas de mapas, para recostarse en el recuerdo de tu voz. Y allí me escondo, y te acaricio suavemente la piel, como si mis dedos fueran brisa, y tu cuerpo un mar de arena fina, que espolvorea mi aire agitando un deseo intenso de no abandonar nunca ese sueño que siempre es tan real... <br />
<br />
Y llegan los segundos rayos de sol, para esconder tras su luz la luna y tus ojos, y para empujarme otra vez, a la condena de la rutina de mis días... <br />
<br />
Esos días que mañana, como ayer, se seguirán llamando tristeza, pero mientras, los sueños, se seguirán llamando esperanza...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-6690831361367582882010-12-07T13:47:00.000+01:002010-12-09T16:17:40.236+01:00El encuentro...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Prima non datur ultima dispensatur."</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Virgilio</span></div>Princesa,<br />
<br />
ayer me encontré en mi matinal camino diario a la oficina, con los ojos de mi amor de adolescente. Esos ojos, ahora los vestía con el mismo brillo encendido, una mujer, veinticinco otoños después de que mis manos, convirtieran unos folios doblados a cuatro caras, en mis primeras cartas de amor.<br />
<br />
Mis primeros poemas dedicados, con sencillos versos, sin cadencia y con una rima y métrica pobre, pero llenos todavía de una bisoñez palpitante, y que plasmaban el primer asomo con vértigo al precipicio del amor.<br />
<br />
Ese amor me vino a recordar, una canción que aun hoy escuchándola, le sigue arrancando un pétalo a la flor marchita de mi nostalgia. Me acordó, de una foto recortada, que siempre andaba en mi cartera, y que mis ojos miraron miles de veces, tantas como me vieron llorar lejos de aquel cuerpo que deseé y que jamás poseí. Durante años, le escribí cartas de otoño a primavera, hablándole de nuestro esperado encuentro en el verano siguiente, encuentro, que mi timidez acababa siempre destrozando, a la sombra de la tristeza de saber que otros labios ocupaban mi lugar.<br />
<br />
Todo esto me vino a la mente, mientras en nuestro encuentro casual, hablamos de cosas intrascendentes, y entretanto nuestros cuerpos mostraban un ansia desmedida por alejarse separados de allí. Cuatro besos, en dos tandas, los del hola y los del adiós, cuatro besos y cientos de recuerdos.<br />
<br />
Me gusta volver a verla, pero ojalá no la volviera a ver...<br />
<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
te besa<br />
<br />
Tu mosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-91516343146901080802010-12-02T11:55:00.050+01:002010-12-02T12:19:02.799+01:00El limonero...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Sicut vita, finis ita"</span></div>Princesa,<br />
<br />
una enfermedad hizo que mi padre pasara los últimos años de su vida, postrado en una cama. Su habitación, que era lo más parecido a la de un hospital, por la cantidad de aparatos, medicinas y demás utensilios que la compartían. A mi madre, además de un amor entregado por más de medio siglo, la vida le regaló un obligado oficio de enfermera sin descanso semanal, sin festivos ni vacaciones.<br />
<br />
Nunca hubo un reproche, un mal gesto, una mala palabra, a pesar de que el escenario fuera propicio para ello. Si hubo besos y caricias diarias, esos que saben de compañía y cariño, y porque no, de la prórroga de un amor, que compartieron desde que se miraron la primera vez, siendo todavía dos niños. En aquella mirada, supieron que coserían sus vidas para compartir en común calendarios y sueños.<br />
<br />
Mi padre tuvo amigos, de esos que con quienes se comparten algo más que trozos de una vida. Amigos de los que se llegan a conocer tanto, que hasta en silencio son capaces de hablar. Esos amigos, venían a verle, turnándose, para hacerle compañía en las tardes largas de verano y en las cortas de invierno. Cuando se despedían, mi padre siempre cogía, de una canasta que permanecía como un mueble más de la habitación, un par de hermosos limones del limonero que reinaba en el patio de su casa.<br />
<br />
Ese limonero, lo había traído en un injerto, una tarde de primavera, justo después de nacer mi hermana, y antes de que yo asomara al mundo. Ese limonero, creció y se hizo árbol, a la par que el niño que yo era, se columpiaba eternamente en el viejo columpio de hierro y sillita de madera. Ningún limón asomó por sus ramas.<br />
<br />
Una tarde, un vecino que veía desde su ventana el árbol, le dijo a mi padre:<br />
<br />
-Ese limonero no da fruto porque es un árbol vago.<br />
<br />
Mi padre con el ceño fruncido, le preguntó extrañado por lo que acaba de decir, y su vecino le replico.<br />
<br />
-Amigo, coge una piedra, una piedra grande, que pese varios kilos, y átasela, justo en la zona que comienzan a salir las ramas del tronco, si lo castigas, florecerá.<br />
<br />
Mi padre era un hombre criado en un pueblo, pero no era un hombre de campo. Optó por hacerle caso a su vecino, pues nada tenía que perder. Y en un monte cercano, encontró una piedra de las características que le habían señalado, y con un cuerda la ató al limonero, justo en el sitio indicado.<br />
<br />
Se olvidó por unos meses del árbol y la piedra, engullido en sus problemas y en sacar adelante una familia con siete bocas que alimentar.<br />
<br />
Justo a la primavera siguiente del castigo, el limonero comenzó a regalarle limones. Esos limones eran singulares, pues su tamaño no era común, eran limones enormes, de una piel gruesa, y de un olor intensísimo. ¡Que olor! nunca en mi vida he vuelo a oler un limón así. Quince años, había demorado ese limonero en dar fruto. <br />
<br />
Y transcurrieron volando veinticinco años, hasta el verano que mi padre comenzó a empeorar. Su primer síntoma fue la mirada, que dibujó en su ojos una despedida anunciada. Un quince de agosto, aniversario de su boda, le dijo a mi madre.<br />
<br />
-Quiero morir, para que tu descanses. Ya hemos sufrido juntos bastante, no te preocupes por mi, Díos me acogerá y allí donde vaya siempre cuidaré de ti.<br />
<br />
Justo la noche de antes, el limonero perdió la mitad de sus hojas, que alfombraron el suelo del patio. Y desde aquel día, pasaron dos semanas hasta la madrugada que mi padre inició su caminar por un cielo azul anaranjado, y a la par, el limonero quedó huerfáno de hojas, flores y frutos, quedando tronco y ramas pelados de vida.<br />
<br />
Mi madre, abrazada al dolor, trato los meses siguientes, de recurrir a varios jardineros, que le administraron podas sencillas y severas, pero ninguno consiguió revivirlo... el árbol había muerto de pena...<br />
<br />
Me contaron que en la estrella del cielo que más brilla, vieron llegar a un hombre bueno, que vestía camisa a cuadros remangada, tirantes y vaqueros, una amplia sonrisa, y que en su brazo sujetaba una maceta con un pequeño injerto de limonero ya florecido, que plantó para esperar su sombra. Desde entonces sentado allí, cada noche, escucha mis palabras, y me hace presente su fragancia, como recordándome, que allá desde su sombra, vigilante y sereno, no pierde ojo, de lo que pasa acá, debajo de las nubes...<br />
<br />
Buenas noches, PrincesaCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-61923824270646416372010-12-01T16:50:00.003+01:002010-12-01T17:02:53.733+01:00Hacer el amor...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Amor est vitae essentia."</span></div><br />
Princesa,<br />
<br />
como hombre no te negaré que me gusta hacer el amor, como una primitiva respuesta de mis instintos, cuando convierten a mi cuerpo en un instrumento entregado y pasional. Pero con los años, he aprendido que también se puede hacer el amor, y gozar tanto o más, en la esencia de las cosas sencillas, en las que muchas veces no reparamos y que son el comburente necesario para mantener viva la llama del amor.<br />
<br />
Me gusta hacer amor, en una mirada. En una mirada cómplice de tus ojos y tus labios. Una mirada sin escenarios, ni melodías, tan solo tu ojos y los míos. Y es cuando nuestras miradas son capaces de compartir el mismo rayo de luz, que mi piel se eriza, y un suspiro colma mi alma de gozo supraterrenal.<br />
<br />
También me gusta hacerte el amor, en un paseo. En un paseo, acompasados nuestros cuerpos, y nuestras pisadas. Dos cuerpos y una sola sombra, cuyo contorno dibuja el movimiento tranquilo, mientras el crujir del manto de las hojas caídas en un otoño primaveral, bajo nuestras suelas, nos entrega la melodía insuperable.<br />
<br />
Pero si hay una postura, deseada para hacer el amor, esa es tu risa. En la elocuencia de una situación, en una comicidad cómplice, en un recuerdo común, o sencillamente, una sonrisa entregada, sin más pretensión que compartirla...<br />
<br />
Eso preciso esta noche, tu simple risa, para acostarme en ella y soñarte...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-43882977045852815182010-11-30T02:02:00.006+01:002010-11-30T02:06:53.631+01:00Un abrazo...<div style="text-align: right;"> <span style="font-size: x-small;">"Spem nemo emit"</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Publius Terentius Afer</span></div><br />
Princesa,<br />
<br />
vestido camina de sencillez mi deseo, y tras sus huellas, imita su paso, el andar de mi cuerpo desnudo de afecto.<br />
<br />
Es hoy, un abrazo, el anhelo humilde que llena mi noche, huyendo de imposibles besos, caricias y palabras. Pero no es un débil abrazo el que preciso, sino uno de esos que solo sabe entregar un viento gélido, cuando es capaz de colarse por poros de las ropas, atravesando carnes, tejidos y músculos, para apretar con fuerza los huesos y convertirlos en frío aluminio, mientras en ese medio suspiro, asesina la vida, para resucitarla al instante siguiente.<br />
<br />
Un abrazo... ese es, mi deseo vehemente.<br />
<br />
<br />
Buenas noches, PrincesaCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-77496240115282852652010-11-29T03:07:00.001+01:002010-11-29T03:12:37.048+01:00Un cuerpo, una pared...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Qui dammnare potest is absolvendi </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">quoque potestatem habet"</span></div>Princesa...<br />
<br />
biengasta un instante en descubrir un cuerpo atrapado por una pared. <br />
<br />
Una pared infinita, sin rugosidades, carente de color y aristas. Una pared gélidamente pusilánime. Sin ventanas ni aun rendijas, sin hendiduras para poder escalarla. Una pared circular y que aunque carece de techo, es tan elevada que al mirar arriba se transforma en un infinito cónico.<br />
<br />
Un cuerpo desnudo tumbado en el suelo. Con el dorso curvado, dejando a la vista, una a una, las vértebras que parecen querer desgarrar la piel y escapar. Las piernas encogidas y apretadas contra el torso, mientras la cabeza está hundida y escondida bajo unos brazos que la aprietan desesperados. Flota ese cuerpo sobre un charco de lágrimas cristalizadas, que reflejan en el suelo, la estructura que lo envuelve, para burlarse de las miradas que reverberan desde el piso. Los dedos ensangrentados por intentar baldíamente rasgar la pared pretendiendo una ascensión imposible, se hallan enredados en mechones de cabello pegajosos, ungidos por una seca sangre coagulada. Músculos acalambrados por tratar de saltar lo más alto posible y estrellarse, miles de veces, contra contra una fortaleza hecha tabique. La voz, se acalló en una afonía provocada por eternos gritos afligidos, demandando un auxilio más que improbable. Y los ojos, los ojos ya no miran. Permanecen cerrados, por no enloquecer con una visión perversamente repetida.<br />
<br />
El tiempo ausente, la vida detenida... <br />
<br />
Mientras tanto, mi alma luce distante desde su abosolución corpórea, perdiendo sus hojas, encadenada a un inmortal otoño. Y contempla este escenario, sin abandonar de su pensamiento, ese cuerpo que es el suyo, y esa maldita pared, que es el silencio al que tú le tienes condenado...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
te besa,<br />
<br />
Tu mosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-19060264756606495442010-11-28T01:16:00.000+01:002010-11-28T01:16:05.476+01:00Mi juicio...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Alea jacta est"</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Menandro</span></div><br />
Princesa,<br />
<br />
y al instante siguiente a morir, comenzó el juicio de mi vida. Aconteció en una gran sala pintada en ocres, de alto techo blanco repleto de artesonadas y celosías.<br />
<br />
Delante de mi un juez sin rostro, con peluca y negra toga. En su mesa y a su derecha dispuesto un mazo de madera, descansado sobre el plato repleto de señales de cientos de golpes previos.<br />
<br />
A mi derecha, una mesa vacía, y justo detrás de ella, pude identificar a todas las personas a las que en algún episodio de mi vida, dañé de una u otra forma. Era curioso, porque todos tenían la edad del momento en que se produjo mi agravio. Vi niños, jóvenes, adultos y ancianos. Me asombré, no pude contarlos, porque no pude ni mirarlos. Me asusté, estaba claro que sería un procedimiento sumarísimo, como esos que recordaba de los juicios de las grandes guerras.<br />
<br />
Uno a uno, fueron pasando mis agraviados, y explicando, con detalle el mal que en su día les causé. Hubo de todo, desde los que no recordaba, hasta los que me avergoncé de escuchar. Desfilaron en orden cronológico, como en un resumen de mi existir en el mundo. <br />
<br />
Fui incapaz de medir el tiempo que transcurrió, con la extraña sensación, como si en aquel estadio, en que nos encontrábamos, el tiempo pareciera no discurrir. <br />
<br />
Una vez acabaron, se hizo un gran silencio. Un silencio de esos que atruenan y hieren. El juez, lo quebró con una voz solemne cediéndome la palabra.<br />
<br />
Durante muchos años me tocó orar en público. Pero siempre fui una persona de discursos preparados. Siempre medí previamente, cada palabra y cada entonación, para controlar de una manera casi obsesiva el mensaje que quería transmitir.<br />
<br />
Y qué paradoja, me hallaba justo a comenzar, el discurso más importante de mi vida, y no tenía unos folios delante preparados. Tenía que improvisar e improvisé:<br />
<br />
-Me habéis mostrado todos los males que infringí en mi vida. A algunos pedí perdón en su día, a otros ni os recordaba, y otros tantos, reconozco que os dañé a sabiendas. No sé si en este momento, el perdón llegará tiempo, pero eso lo único que puedo pediros. También os diré que seguramente, si se hubiesen presentado en este juicio, todos aquellos que en mi vida hice algún bien, bien cierto es, que desequilibrarían la balanza a su favor.<br />
<br />
Después se volvió a llenar la sala de silencio. Y fue cuando el juez se levantó y tomó la palabra, diciendo:<br />
<br />
-El bien que hiciste en tu vida, en ella ya encontraste su recompensa. Pero como ves hay muchos daños que todavía tras tu muerte siguen vivos. En este juicio, no se dictan sentencias, solo se te entrega tiempo. El tiempo necesario, para pensar, tú mismo, que condena mereces...<br />
<br />
Y un segundo después, el martilló percutió con fuerza el plato...<br />
<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu mosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-26354251054754190952010-11-27T00:10:00.004+01:002010-11-27T00:15:26.795+01:00El sabor de un beso...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Difficile est longum subito deponere amorem" </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">C. Valerius Catullus </span></div>Princesa,<br />
<br />
he olvidado a qué saben los besos. Ni recuerdo a qué saben, ni recuerdo donde fueron a dar...<br />
<br />
No sé si fueron muchos, pero sé que hubo. Y a ese escondite oscuro del deseo condenado, marcharon los de joven, aquellos que sustrajeron las mejillas de las mujeres que amé, y no me correspondieron, esos sutiles besos de encuentros y despedidas, y que nunca fueron de soñado tránsito. Malditos amores.<br />
<br />
Después vinieron abrumadores besos de amor, besos con los que pinté los labios y cada rincón de los cuerpos de las mujeres que amé y me amaron. Besos del ahora y del siempre, besos de pasión, de buenos y malos días, besos de película, de sábado y de lunes, de playa y arena. Aquellos de desayunos sin diamantes y de cenas a tres velas. Besos de ojos cerrados, de bailes a la luz de la luna, besos sin roce y besos que aguardaban el siguiente beso. Besos de labios sellados y abiertos, besos que nunca negué y besos... que nunca me negaron. Pero esos tampoco pude retenerlos, y fueron muriendo gradualmente, cuando la rutina canjeo el amor por el cariño. Maldita rutina.<br />
<br />
Y olvidados también los últimos besos que entregué a tus labios, y tus labios recogieron. Creí que eran los primeros de muchos, pero tú silencio me hizo saber que serían los últimos de pocos. La primera noche fue también la única. Maldita noche.<br />
<br />
Y ya no sé comprar ni besos sucios, ni dónde debo ir a buscar limpios. Esa es ahora mi condena. Maldita condena.<br />
<br />
Del sabor que tiene un beso, hoy solo recuerdo, que así se llamaba un poema que mi padre escribió a mi madre hace ya cincuenta años. Malditos años.<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-43216826839230075532010-11-25T11:26:00.002+01:002010-11-29T03:09:37.964+01:00Barcino...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"Mundus appellatur caelum, terra, mare et aer"</span> </div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Septimivs Tertvlianvs Florens</span></div>Princesa...<br />
<br />
uno a los lugares donde ha vivido, sin término medio, o los ama o los odia. Yo viví en Barcino, durante mi época de estudiante. Nunca me gustó el lugar, y aprovechaba siempre, el más mínimo despiste en mi calendario para escapar y acudir a la llamada de mis montes y mis vientos.<br />
<br />
El destino quiso que haya vuelto a esta ciudad, por unos días, para hacer un curso de formación de unas extrañas máquinas alemanas para contar apuntes de manera semiautomática, que van a instalar en el Banco donde trabajo.<br />
<br />
Con las tardes libres, y con recelo, me he lanzado a caminar de nuevo por sus calles, pero esta vez pausado, sosegado, respirando hondo y con la mirada reposada. He encontrado una ciudad diferente, aunque, tal vez sean mis ojos los que la miraron diferente. He disfrutado de sus ramblas, de sus edificios modernistas, de sus calles y plazas, he intercambiado cientos de miradas con sus gentes, a la par que mi rostro les iluminaba con una sonrisa. Encontré cafeterías de mesas de mármol, de esas que tanto me agrada frecuentar. Y cuando oscurecía, seguía siendo una ciudad viva, coloreada por una iluminación de vapor de sodio anaranjada, que daba más calidez a las calles y a las fachadas de sus edificios.<br />
<br />
Hoy le pedí perdón a esta ciudad, por no haberla sabido entender, después de tantos años, y sentí una gran sonrisa de perdón reflejada en una luna que cada noche me acompañó a dormir. Yo no sé, si las ciudades hablan, pero te aseguro que hoy así lo sentí, además de tener la extraña sensación de que en un futuro, no se si lejano, volveré acá para quedarme...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu Mosquetero.Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-81250359544843475842010-11-23T12:29:00.002+01:002010-11-23T14:22:39.893+01:00Nunca...Princesa,<br />
<br />
con un río cerca, uno no debe nunca emprender un viaje a la luna, buscando un agua que sacie su sed. Nunca...Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-60468223450424207712010-11-21T02:47:00.001+01:002010-11-21T02:53:16.260+01:00Sin sombra...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Nos enim, quicumque vivimus, </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">nihil aliud esse comperio, </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">quam simulacra et levem umbram.</span></div><br />
Princesa,<br />
<br />
me asomo al precipicio que otra vez una callada ciudad dormida entrega a mis pies descalzos. Prendieron las estrellas esta noche, para apuntarme con los dedos de su luz, el camino entre riscos devorados por los besos que hoy quedaron sin descubrir. Diviso una playa que guarda restos y aromas de cuerpos entregados a furtivas caricias pasionales, dejadas al goce del devenir del deseo.<br />
<br />
Cerca, el mar, que calla tanto como cuenta, y esta noche cuenta como mi sombra se descosió de mi pies y fue a sumergirse, para llenarse de él. Sé que ya no volverá, será para siempre, una sombra libre, excarcelada de la atadura de mi cuerpo.<br />
<br />
Yo vagaré sin mi compañera fiel que fue mi sombra desde que me arrojaron al mundo. Con ella caí y me levanté, dormí y soné, corrí, jugué y alguna vez, incluso amé.<br />
<br />
Pero, ¿de qué le sirve a un hombre la sombra, si no tiene a nadie a quien arropar con ella?... ¿de qué le sirve?<br />
<br />
Y en ese espacio donde duermen prensadas para siempre todas las sombras, entre el cuerpo sin vida del difunto y la seda y el mullido que forran la base del ataúd, el día que yo muera, en ese espacio, no busquéis a mi sombra. Porque lejos, muy lejos de mi cuerpo entumecido, nadará mi sombra libre, entre la vida y el mar... entre el mar y la vida...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
te besa<br />
<br />
tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-5908670240732089062010-11-20T00:50:00.000+01:002010-11-20T00:50:20.538+01:00Sobre tu voz...Princesa,<br />
<br />
se muere la noche en mis manos, y a la par muere mi anhelo, de acostarme sobre tu voz...Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-7572267711893780472010-11-19T00:02:00.002+01:002010-12-01T17:10:08.769+01:00Coleccionista de sueños desbaratados...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><i>Nemo certe fuit</i></span> </div>Princesa,<br />
<br />
a coleccionar sueños desbaratados, pocos me han ganado.<br />
<br />
Mi vida frecuentó esquinas, que solo escondían golpes inesperados. Golpes que nunca supe encajar. Creo que soy la persona con la mayor carencia de astucia, de las que me he topado en este mundo. Nunca supe leer entrelíneas, ni traducir miradas, ni mucho menos interpretar gestos, nunca supe... y esas cosas no se aprenden, uno nace con ello y lo arrastra toda su vida.<br />
<br />
Siempre estuve dispuesto al amor, y a veces creo que uno debe esconderse, porque hay cosas que le convierten en un ser más vulnerable. He tenido muchos ramos de margaritas en mi mano, prestos a ser entregados antes de esperados besos... pero esos besos nunca llegaron... solo llegaron una y otra vez, las margaritas de vuelta a casa, para empaparse de saladas gotas de vidrio que vertían mis ojos derrotados.<br />
<br />
Hoy es una de esas noches de plumas apagadas, de parsimoniosas palabras, de sensaciones que se hacen diminutas desvaneciéndose en el silencio. Una de esas noches, que hasta el tiempo anda educado, pidiendo permiso para acontecer y no detenerse a llorar junto a estos papeles emborronados.<br />
<br />
¡Cuánto puede llenar un vacío! Tanto como palabras mudas pueden esconderse en un interminable paseo repleto de miradas ausentes.<br />
<br />
Maltrecha queda la cara oculta de mi alma. Allí ya no caben más costuras ni cicatrices, pero todavía Princesa, sigo esperando, que el amor reaparezca con mágicos susurros, capaces de volver a avivar el ritmo, de mi desconsolado corazón de eterno soñador...<br />
<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa<br />
<br />
Tu Mosquetero<i><br />
</i>Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-9814535820578205722010-11-19T00:01:00.000+01:002010-11-19T00:01:01.322+01:00Duerme, mi vida<div style="text-align: center;"><i>Duerme, mi vida, </i></div><div style="text-align: center;"><i>no me esperes </i></div><div style="text-align: center;"><i>despierta, </i></div><div style="text-align: center;"><i>solo fue un sueño, </i></div><div style="text-align: center;"><i>lindo, sí, </i></div><div style="text-align: center;"><i>pero un sueño... <br />
</i></div><div style="text-align: center;"><i>Fuera sopla </i></div><div style="text-align: center;"><i>el viento muy fuerte,</i></div><div style="text-align: center;"><i>y a su designio </i></div><div style="text-align: center;"><i>vuela mi alma, </i></div><div style="text-align: center;"><i>sencilla y frágil, </i></div><div style="text-align: center;"><i>como el aleteo </i></div><div style="text-align: center;"><i>de un gorrioncillo...</i></div>Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-76813994123139559612010-11-18T00:14:00.005+01:002010-11-20T19:41:16.345+01:00El gorrión...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Alis volat propriis.</span> </div>Princesa,<br />
<br />
un gorrión no emigra buscando el tiempo cálido en las estaciones de frío, y no por falta de ganas, sino porque su aleteo no está hecho para esos largos trayectos. Condenado a nacer y morir en los mismos espacios, donde también pasará los fríos y calores. Nadie lo quiere albergar en casa en una jaula, ya que el plumaje pardo que viste no es hermoso y su canto tiene un timbre muy alejado de un trino melodioso. Los niños de los pueblos colocan trampas para cazarlos o tratan de abatirlos con viejas escopetas de perdigones, mientras que los niños de las ciudades, los ignoran y prefieren perseguir palomas... Para un gorrión, todos los días son iguales, todas sus semanas tienen siete lunes... <br />
<br />
Y muchas veces, de esa guisa me veo. Revoloteando la ciudad, en busca de un charco, para saciar mi sed con dos sorbitos, y tratando de regatear a las palomas unas migas de pan caídas sobre una acera, y si no hay suerte, saliendo a las afueras, para descender sobre algún campo donde hurtar unas semillas de girasol o trigo.<br />
<br />
Pero tengo mi nido... y por las noches sueño. Y eso nadie me lo puede arrebatar. Ahí si que atravieso océanos sobrevolando entre las nubes. Y cuando me place me acuesto sobre la arena blanca de la luna, y en las largas tardes, con medio canto prestado de ruiseñor, enamoro cardelinas, con las que termino aleteando entre los sauces de un soto que orilla un río de aguas claras.<br />
<br />
Y así pasa mi tiempo, entre palomas de día y cardelinas de noche, suspirando que tal vez alguien piense, que la única premisa para poder volar la vida a lomos de un gorrión, es simplemente... querer.<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
te besa,<br />
<br />
Tu mosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-86501818268983195542010-11-17T11:16:00.001+01:002010-11-17T11:19:21.771+01:00Amor inventado...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Non est aurum omne quod radiat</span> </div>Princesa,<br />
<br />
en un secreto tenía escondido todas las demandas de mi alma, y la noche que asomaste a mi vida, le sume a ese misterio tu cuerpo, tus ojos y tu risa. Y así fue como inventé un amor. <br />
<br />
Pensé en lo sencillo que debía ser, enamorar a un amor que uno para si había creado... y así traté a golpe de verso y carta, que germinará entre los dos un inmaculado sentimiento. Fueron muchas noches de conjugar inspiraciones y bailar con musas alquiladas, de buscar llamadores en puertas cerradas, de teléfonos destimbrados y de clamar al cielo ausencias infinitas.<br />
<br />
Hastiado, fui a buscar adjetivos y palabras, que otros escribieron... quise plagiar a los encantadores de la historia...y plagié, pensando, que los hechizos del amor eran eternos...<br />
<br />
Pero no conseguí que esos oscuros ojos, volvieran a posarse en mi. Ni tan solo logré una sola sonrisa dedicada... ni volví a sentir el tantas veces soñado roce de una piel esquiva.<br />
<br />
Y así fue, como decidí desinventar lo inventado... dejé que ese cuerpo, esos ojos y esa risa que había tomado prestado, volarán libres en busca de un amor no obligado.<br />
<br />
Y a resguardo seguirá lo que anhela mi alma, sin ser yo quien ose, tratar de inventar más amores imperfectos...<br />
<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-61852536484201026992010-11-15T00:41:00.002+01:002010-11-15T01:03:37.808+01:00Líquido...<div style="text-align: right;"><i><span style="font-size: x-small;">"Hoc erat in votis"</span></i></div><div style="text-align: right;"><i><span style="font-size: x-small;">Esto estaba en mis deseos </span></i></div>Princesa,<br />
<br />
persigo fantasmas en la noche, y navego sobre oleajes de plumas y de húmedos terciopelos, mientas abordo débiles sueños, insuficientes para ser evocados en repetidos mañanas.<br />
<br />
Y en la escondida cara de una de mis lunas de nácar, vi agitarse esta noche cosida a otro cuerpo de mujer, la sombra de tu sombra. En una danza prohibida que se adueño de mi cuerpo, vi acercarse pasiones y lujurias... vi arrimarse coloridos anhelos de sudores adictivos. <br />
<br />
Y Líquido... en un instante, todo se hizo líquido. Sumergidos los poros de la piel en húmedas caricias, nos fuimos devorando a besos desesperados, mientras disponíamos nuestros cuerpos con avidez, al epílogo de un vientre enhebrado de deseo... <br />
<br />
Y así, así gemimos acompasados quebrando la luz del cielo, y así... así nació susurrada la tonada del amor hecha vida...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu mosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-43631995471038689612010-11-14T00:15:00.000+01:002010-11-14T00:15:39.909+01:00Sencilla sonrisa...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Sonríe aunque sólo sea una sonrisa triste, </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">porque más triste que la sonrisa triste, </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">es la tristeza de no saber sonreír.</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Anónimo</span></div><br />
Princesa,<br />
<br />
hoy es uno de esos días que ando vestido con una sonrisa. Sí, ando una sonrisa de esas que sorprenden a la gente que nos cruzamos en la calle. Sin ser perfecta ni reluciente, su sencillez y humildad le dan un abrumador toque de elegancia. Una sonrisa que es bandoneón y lluvia, que es la ingenuidad de una suave brisa de otoño... Una sonrisa como un ramo de tomillo y margaritas, como una noche de rosada y estrellas... como un día de vino y rosas...<br />
<br />
No hay negocio en las sonrisas, todo se puede comprar en este mundo... pero una sonrisa no. Y para una persona triste, sin duda, tiene un valor incuestionable. Por eso me gusta tratarla con cuidado, con mimo, como quien custodia un preciado tesoro.<br />
<br />
Tengo el día el por delante para disfrutarlo con ella. Por la mañana pienso pasearla por el mercado, comparemos fruta, legumbres y hortalizas. Después daremos un paseo por el parque, como dos enamorados, disfrutando de cada paso, de cada suspiro. Iremos a comer, hoy merece mantel blanco y servilleta de tela. Y en la tarde, iremos al cine, haremos que la película nos traslade a otros lugares, a otros paisajes... y después me acompañará a una de esas cafeterías de eternos cafés conversados.<br />
<br />
Y llegaremos a casa cómplices, y nos desnudaremos. Nos acostaremos sobre la cama niquelada de colchón de lana, arropados por sábanas y mantas que alejen el frío. Sentiré sus besos, antes que llegue el inevitable momento de la despedida El sueño me vencerá, un instante después los músculos de mi cara se relajaran y la sonrisa saldrá volando en busca de pintarse en otros labios. Desgraciadamente, nadie puede retener en la noche una sonrisa, porque nadie puede dormir con ellas.<br />
<br />
-Sonrisa, no me agradezcas el día, y torna a visitarme cuando quieras. Contigo la espera del amor será siempre más tierna y soportable...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-41489753063130254472010-11-13T00:13:00.003+01:002010-12-01T17:12:43.443+01:00Son de mármol las mesas...Princesa,<br />
<br />
son de mármol las mesas, y de forja las sillas. Hay humo, y aroma a caliqueño y a celta corto. El ruido se cuela entre las pajaritas negras que adornan los cuellos de las impolutas camisas blancas de los camareros. Ninguno de ellos cumplirá ya los cincuenta. Las paredes repletas de fotografías con decenas de ojos de fantasmas que parecen escrutarnos con miradas venidas desde cementerios de tertulias lejanas. <br />
<br />
Tu bolso descansa en la tercera silla de nuestra mesa, junto a tu abrigo, largo, negro con pinceladas de naranjas y verdes. Tu cuerpo vestido con un traje chaqueta azul marino, camisa beige, medias oscuras y zapatos de tacón. Tu cuello enredado por un collar de perlas, a juego con los pendientes que esconde tu larga melena ondulada. Maquillaje justo y labios y uñas pintados de un rojo bermellón. Tu sonrisa siempre desnuda, tu palabra siempre vestida del adjetivo preciso. El cenicero de nuestra mesa, está repleto de cigarros fumados por labios extraños.<br />
<br />
Yo he vestido de oscuro los nervios previos al encuentro, traje, corbata y un pañuelo que asoma tímido por el bolsillo izquierdo junto a la solapa de la americana. Salí de casa, despidiéndome con una mirada presumida en el espejo. Me siento joven. Dicen y no les falta razón, que uno siempre tiene la edad de la mujer que ama.<br />
<br />
Y observo tus ojos reflejados en el tintenear de una cucharilla de plata que da vueltas a un café con leche tibia. Nuestros días y sucesos no salen en los periódicos, pero contados aquí y ahora, adquieren la trascendencia de noticia a cuatro columnas, de la primera plana de nuestra vida. Estamos vivos, y nos reímos en la sonrisa del otro. El tiempo se detendrá antes que iniciemos un corto paseo... como antesala a un hasta pronto acompañado de dos besos en la mejilla, con la incertidumbre de no saber si habrá o no un próximo café.<br />
<br />
Así es el amor... El amor vive en las cosas sencillas, sin ornamentos ni faustos, y así me gusta amarte, a la sombra de la vida. Sin pensar nunca en el mañana. El amor siempre es hoy. Y no lo olvides, al día siguiente que pensemos en el mañana, el amor no hará sino iniciar su breve camino al cadalso de la rutina. <br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-92142962028899572612010-11-12T00:02:00.006+01:002011-01-19T03:15:19.182+01:00El Íber...<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Lux Fulget in Aqua</span></div>Princesa,<br />
<br />
los que tenemos el mar lejos, siempre buscamos espacios que nos llenen ese vacío de sensaciones y de calma, que uno experimenta frente al mar, sus sonidos y su horizonte. Yo hallo esa tranquilidad y paz, caminando por la ribera del Íber, ese majestuoso río que despacito, despacito camina en un ir infinito buscando el mar que no tienen mis ojos. Me gusta su acogedora ribera penumbreada de noche y de niebla... me gusta respirar su húmeda fragancia y contemplar su andar sigiloso.<br />
<br />
Nadie escucha la historia que acuna su silencio. Nadie le reclama miradas ni besos furtivos, abandonados a su suerte en su orilla. Nadie le reclama los sonidos que custodia sumergidos. Nadie. Nadie. <br />
<br />
Pero no le importa. Siempre está dispuesto a escuchar al enamorado. Al que le habla de distancias insalvables y de sueños mutilados por silencios. Siempre escucha, siempre.<br />
<br />
Y hoy fue otra noche, que fui a su búsqueda. Nunca me da respuestas, pero como el hombro de ese amigo que siempre está, sabe recoger mi desahogo. Hoy le preguntaba si él se sentía un alma desparejada... y entonces, una fuerte brisa sacudió las ramas de los álamos que nos separaban... sobrecogido, levanté la vista y vi atónito, el cómplice guiño de una luna enamorada.<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-15802750706537038262010-11-11T00:57:00.000+01:002010-11-11T00:57:28.882+01:00Tu nombre...Princesa,<br />
<br />
he olvidado tu fragancia, lo primero que olvidé. Esa fragancia que vistió nuestros encuentros y que me impregnaba las horas después de separarnos, cuando respiraba tu recuerdo reciente, tu recuerdo vivo... Esa fragancia que era capaz de esconderse en los poros de mi piel, para entremezclarse con mi sudor y dosificarse deslizándose sobre mi cuerpo... Esa fragancia, hoy ya no puedo respirarla...<br />
<br />
Después de olvidar tu fragancia, olvidé tu voz. Esa voz que escapaba vehemente de tu sonrisa, y que era capaz de embelesarme, de silenciarme, como si fuera la melodía más bella interpretada por una gran orquesta de ángeles. Esa voz, que nunca me trajo un teléfono, esa voz se apagó... esa voz, hoy no puedo escucharla.<br />
<br />
Solo me resta hoy el recuerdo de tu rostro y tu nombre. Tu rostro se presenta difuminado en la nostalgia, y resucitado por tu eterna sonrisa, que sé, que siempre recordaré. Y tu nombre, ese que tantas veces perseguí en mis solitarias noches, hoy se entremezcla con otras letras, y se muestra confuso.<br />
<br />
Sé que tu nombre, jamás olvidaré... pero esta noche ya no sé, si mi amor tiene tu nombre...<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
Te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-57074550294550342772010-11-09T16:42:00.000+01:002010-11-09T16:42:07.967+01:00La vida me descubre cansado...Princesa,<br />
<br />
la vida me descubre cansado. Cansado de buscarte en cada piedra que tuerce mi camino y en la música que negocia suspiros a mis silencios. Te he buscado en mis palabras y en las que otros escribieron.<br />
<br />
He aprendido que todo se puede dibujar con palabras, pero media un abismo entre lo escrito y las realidades que desgraciadamente equipan nuestros días.<br />
<br />
En las palabras cabe el amor y la armonía, así como caben la amargura y la soledad... todo cabe en ellas, porque siempre existirá un viento capaz de guiarlas hacia un recoveco del olvido... Y allí, allí es donde vuelan mis palabras, porque ese viento nunca conoció tu rumbo ni tu senda... ese viento nunca supo llevarte mis susurros, y hoy lo maldigo invitándolo a mi sueño de lluvia de cristales rotos...<br />
<br />
Remitente de palabras cansadas, así me descubre el destino. De esos cansancios, que la vida me dispersa a buscar, y que solo persiguen acomodar mis días, convocándome a sencillos funerales de palabras remotas.<br />
<br />
Mi vida continúa escupiendo pedazos de sueños rotos plasmados en papeles que empiezan a amarillear, y en los que ya no sé, si caben tu sonrisa y tu mirada. <br />
<br />
Las palabras surgen fracturadas, ellas solas se entrecortan y se solapan, mientras a mi alma, nadie le ha detallado si perseguimos juntos un amor imposible, o si por el contrario, caminamos carcomidos por una ilusa espiral que nos ha generado el destino...<br />
<br />
Remitente de palabras cansadas... de palabras cansadas...<br />
<br />
Buenas noches, PrincesaCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-24828847738965613212010-11-08T02:08:00.000+01:002010-11-08T02:08:30.107+01:00La playa...Princesa,<br />
<br />
cuando llegará la noche que prendas los faros de tu costa, para que mi barca conjugada de caricias, alcance presta, la arena de la recelosa playa que en los poros de tu piel se esconde...Carlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9219502483499465042.post-56685379867286486382010-11-07T02:22:00.002+01:002010-11-20T19:53:59.519+01:00Adiós palabras...Princesa, <br />
<br />
...y si, fueron alfileres los que dejaron punciones imposibles de cicatrizar, por eso las palabras, abandonan este alma errática, no por el deseo de trazar emociones, sino simplemente por no seguir amparando un futuro que no desean...<br />
<br />
Siento que me abandonan las palabras, esas que me acompañaron desde los tiempos de las miradas en el espejo de un niño repeinado y solitario, y que pactaron continuar viaje juntos, hasta ser un día epitafio, cuando mi vida se hiciera cenizas esparcidas en un campo bañado por sombras acortadas de cipreses...<br />
<br />
No puedo retenerlas... me abandonan... y esta vez, no para emocionar corazones, hipnotizar pasiones y negociar encuentros efímeros de desahogos banales... esos encuentros que hoy me escupen el recuerdo, al descubrirme como un encantador de moribundas esperanzas... <br />
<br />
Os digo adiós, compañeras... recorred mundo, encontrad a quien sea digno de vosotras, quien posea esas manos que os mimen, y que tenga el preciso tacto de otorgaros el aprecio que yo no supe entregaros...<br />
<br />
Solo me queda, daos las gracias, y cuando llegue el día que os contemple desfilar, por mi última morada, os rogaré que dejeis no más por piedad, un adjetivo...un adjetivo que se ocupe de llenar mi epitafio desierto....<br />
<br />
Buenas noches, Princesa<br />
<br />
te besa,<br />
<br />
Tu MosqueteroCarlos J. Urquiagahttp://www.blogger.com/profile/08236718762272795893noreply@blogger.com0